
El camino llevaba árboles a los alrededores y casi nada de agua, el pobre hombre bastón en mano seguía y seguía, el camino le absorbía hasta los huesos, él estaba en su andar y andar. No habían señales para seguir, las rutas no estaban marcadas, los saltamontes iban y venían a la par del viento que suspiraba, el cielo estaba completamente despejado, el sol radiante, las mariposas a un lado volaban de flor en flor acogiéndose fuerte para no caer al abismo que lo acompañaba.
Miraba el horizonte lejano aún, no había alma alguna para hablar y preguntar donde se quedo el mundo perdido del que escucho en un lugar que ya no existe más, El caminito al costado del mundo actual lo ha de guiar, él lo sabia y tenia que confiar.
El atardecer amenazaba caer, la lluvia sonreía viendo de reojo al viento con el que ha de luchar para llegar al suelo y anegar todo, el caminante busca lugar seguro para pasar la oscura noche, de pronto el cielo se cubre de una inmensa oscuridad, una luz atraviesa el horizonte, los Ángeles desde arriba tocan sus tambores para luego disparar ráfagas de luz sobre la tierra, el caminante lleno de temor se esconde tras las enormes piedras que logro encontrar, se aferra a ellas con tanta fuerza que las destrozara.
Caminante sin destino, más grande que el cielo y las montañas juntas, lleno de sombras y de luces, cada uno tiene su estrella que los ha de guiar para el bien o para el mal.
El camino esta para todos, soy un caminante que siempre ha de caminar.
Miraba el horizonte lejano aún, no había alma alguna para hablar y preguntar donde se quedo el mundo perdido del que escucho en un lugar que ya no existe más, El caminito al costado del mundo actual lo ha de guiar, él lo sabia y tenia que confiar.
El atardecer amenazaba caer, la lluvia sonreía viendo de reojo al viento con el que ha de luchar para llegar al suelo y anegar todo, el caminante busca lugar seguro para pasar la oscura noche, de pronto el cielo se cubre de una inmensa oscuridad, una luz atraviesa el horizonte, los Ángeles desde arriba tocan sus tambores para luego disparar ráfagas de luz sobre la tierra, el caminante lleno de temor se esconde tras las enormes piedras que logro encontrar, se aferra a ellas con tanta fuerza que las destrozara.
Caminante sin destino, más grande que el cielo y las montañas juntas, lleno de sombras y de luces, cada uno tiene su estrella que los ha de guiar para el bien o para el mal.
El camino esta para todos, soy un caminante que siempre ha de caminar.
